"El Parque Juárez" Testigo Desaparecido

Vista áerea del parque Juárez y del parque Zamora en 1932. Foto: Fundación IXA vía Skyscrapercity.

El parque nació de los terrenos que estaban entre la Muralla y el rio Tenoya a finales de 1800 y principios de 1900. Lo que hoy sería entre el Baluarte de Santiago y el Parque Zamora. Era un terreno enorme donde había puestos de comida, y lugares conocidos como “El Siboney”. Puestos de aguas frescas, vendedores, enormes Palmeras. Toda una gama de actividades cotidianas familiares y llenas de vida de aquel Veracruz antiguo. En un principio se le conocía como Parque Infantil. Después se le llamo Porfirio Díaz. Cuando se cololocó el monumento a Juarez, se le empezó a llamar así.

Durante su existencia, el Parque Juárez fue testigo mudo de innumerables cosas, como la desaparición del río Tenoya, la invasión estadounidense en 1914, etc.. Allí mismo estuvieron acampadas las tropas invasoras. El parque desapareció gracias a la “gran inteligencia” del alcalde en aquel entonces, de vender a particulares los terrenos. (Cualquier parecido con situaciones actuales es pura coincidencia). A partir de entonces Se han construido ahí muchas edificaciones. El majestuoso monumento a Juarez desapareció también con el tiempo y es así como parte importantísima de la Historia de Nuestro Veracruz Antiguo, se ha perdido.

En 1936 el Ingeniero Miguel Angel de Quevedo, en su carácter de jefe del Departamento Autónomo Forestal y de Caza y Pesca, formó una iniciativa por la defensa del parque, que nunca prospero obviamente. La protesta tuvo poco efecto, acaso algún retraso en llevarse a cabo pero finalmente se vendió todo y el parque termino siendo dos cuadras más de la ciudad.

Al paso de los años, sin duda que las palabras y razones del ing. Quevedo siguen siendo actuales y validas. No en vano su nombre sigue siendo reconocido y valorado, en cambio el del presidente municipal de Veracruz de aquel entonces, ni quien se acuerde de él. Sin embargo, se llevó a cabo la voluntad del Ayuntamiento. (Cualquier parecido con situaciones actuales es pura coincidencia). En un viaje al pasado, les mostramos Este importante documento histórico de 1936 donde el ing. Miguel Ángel de Quevedo se opone a la venta del parque Juárez de Veracruz por parte del Ayuntamiento presidido por Benjamín García.

¿Les suena conocida la historia de destrucción de las áreas verdes de la ciudad?

INICIATIVA EN FAVOR DE LA CONSERVACION DEL PARQUE JUAREZ DE VERACRUZ

México, D. F., junio 15 de 1936. — Sr. Benjamín García, Presidente, Municipal. — Veracruz, Ver.

La Ley de Secretarías y Departamentos de Estado, expedida con fecha 30 de diciembre de 1935, dió a este D Autónomo Forestal y de Caza y Pesca, en su artículo13°, inciso VII, la facultad de intervenir en la conservación y propagación de arboledas y demás vegetación en centros poblados y sus contornos, con la cooperación de las autoridades locales, así como la Ley Forestal en su artículo 29 y en el Capítulo VIII, artículo 78 del Reglamento de la misma Ley lo establece.

La circunstancia de que ese propio H. Ayuntamiento haya puesto bajo el cuidado de la Junta de Mejoras Materiales sus jardines y parques, así como sus arboledas, Junta que trabaja en completo acuerdo con este propio Departamento, ha sido el motivo por el cual no había yo hecho, con mi carácter de Jefe de este mismo Departamento, indicación alguna a esa Corporación Municipal sobre los dichos trabajos de conservación y mejoras en los mencionados parques, jardines y arboledas; pero habiendo practicado una visita de inspección a las obras forestales de ese puerto en la semana última, pude observar con gran extrañeza que en el Parque Juárez se están llevando a cabo varias construcciones para habitaciones particulares, que, según se me informó pertenecen a personas a quienes ese propio Ayuntamiento ha hecho enajenación de los lotes correspondientes, siendo el propósito de enajenar a particulares toda la extensión del mismo Parque, lo cual ha causado gran disgusto a las diversas clases sociales, encontrando del todo injustificado y perjudicial para los intereses de la ciudad tal procedimiento.

Este Departamento estima que es en efecto sumamente lamentable se lleve a cabo esa desaparición de un espacio libre destinado a parque, siendo que el gran aumento de la población con una gran aglomeración urbana en esa zona sub-oriental, requiere amplios espacios libres sin construcción, destinados a jardines o parques públicos para la higiene y salubridad; así como también para que el primer Puerto de la República ofrezca aquellas ventajas de los parques y jardines en lo que respecta a la higiene y comodidad de sus habitantes y turistas, así como para su embellecimiento.

Si fué necesario emprender todo el sistema de obras de protección de la ciudad con los trabajos forestales de la Duna Artificial y fijación de los Médanos, por medio de vegetación para preservar a la misma ciudad de las corrientes de arena que la invadían, así como de los pantanos o estancamientos de agua malsana y de los rigores del clima tropical e impetuosos vientos, esa obra no sería completa para esos importantes e indispensables fines si en el interior de la propia ciudad y particularmente en sus zonas más pobladas, no se dispone de espacios libres cubiertos de vegetación, como son los parques y jardines, que tuvieron por ello que considerarse como indispensables para aquel mismo programa de salubridad, comodidad e higiene, independientemente de la gran belleza que proporcionan los mismos jardines, parques y arboledas.

De ahí que, independientemente del programa de aquellos trabajos forestales y de parques y jardines que promoví se llevaran a cabo y han sido ejecutados en gran parte bajo mi propia dirección por la Junta de Mejoras Materiales, con acuerdo de los Ayuntamientos anteriores y del Gobierno del Estado, se haya formado el proyecto de planificación de la ciudad y sus ensanches por la Comisión Nacional de Planificación, estableciendo una serie de Parques y jardines en prolongación hacia el mar, de los parques Juárez y Zamora ya existentes, proyecto de planificación, el primero que se estudió por aquella Comisión para esa ciudad de Veracruz, por considerarse de suma importancia que el primer puerto de la República llenara todas las condiciones de higiene, comodidad y belleza, ya que por el mismo se tiene acceso, el más cómodo y rápido, tanto para los viajeros de Europa, como para los de las demás naciones de América hacia nuestra Capital de la República, considerándose por esto el mismo puerto de Veracruz como el gran vestíbulo de preferente acceso hacia la Mesa Central, dadas también sus relevantes tradiciones desde la fundación del Gobierno Colonial como primer Ayuntamiento, no sólo de la Nueva España, sino de todo el continente.

De ahí también que se quisiera proveer a la ciudad de todas las ventajas y mejoras que permite el acondicionamiento moderno en los problemas del Urbanismo, proyectando como indispensable el gran “boulevard” central con una serie de parques intermedios desde el Parque Zamora hasta la Playa, y cualquier sacrificio económico que esto significará, quedaría ampliamente justificado con tan importante mejora, siendo que hacia el sureste la población se extiende, como antes se ha dicho, en apretado caserío.

Lamentable es, pues, en alto grado que no se hayan respetado estas providencias del proyecto de planificación de nuestro primer puerto en cuanto a esa serie de Parques, entre el de Zamora y la Playa, pues mezquinos intereses vinieron a destinar para diversas construcciones esos terrenos, y el consuelo que quedaba a la población de que, por lo menos se respetaría en toda su extensión el Parque Juárez existente, hoy procede ese H. Ayuntamiento a hacerlo desaparecer haciendo su enajenación a particulares con grave perjuicio, no sólo para aquellos intereses de la propia ciudad, vinculados en sus condiciones de higiene, belleza y comodidad, sino afectando a los intereses generales de la Nación, vinculados en la prosperidad de ese nuestro primer puerto, y es en nombre de estos intereses que vengo a solicitar de la atenta consideración de ese H. Ayuntamiento el que se rectifique tan desastroso procedimiento que afecta al propio prestigio de esa Corporación y lo hago, como antes lo he manifestado, por la facultad expresa que la Ley suprema ha fijado a este Departamento, cuya jefatura es a mi cargo, para intervenir en todo lo relativo a los parques y jardines de las poblaciones de la República, sobre cuyo asunto he dado cuenta al C. Presidente de la República, quien expresamente me ha autorizado para llamar la atención de ese propio Ayuntamiento, a fin de que se corrija la repetida supresión del Parque Juárez, así como del espacio libre frente al Mercado Hidalgo, en el que la Junta de Mejoras Materiales había ya establecido plantaciones cubriendo esa explanada, y cuyas plantas hoy se derriban para levantar un edificio de diversiones señaladas por el público como inmorales.

Este Departamento confía en la ilustración y civismo de los miembros de esa H. Corporación para que se sirvan dar satisfacción a los intereses públicos vinculados en tan interesante asunto, y ruego a usted, C. Presidente Municipal, se sirva aceptar las seguridades de mi atenta y distinguida consideración. Sufragio Efectivo. No Reelección. — El Jefe del Departamento, Ing. Miguel A. de Quevedo .

NOTA. — El C. Jefe del Departamento se dirigió al Gobernador del Estado de Veracruz comunicándole la gestión anterior, y este funcionario manifestó que ya se procedía a llamar la atención del Ayuntamiento del indicado puerto, pues el Ejecutivo y la Legislatura Local desaprobaban la susodicha invasión del Parque Juárez.

Fuente documental:

“Iniciativa en favor de la conservación del Parque Juárez de Veracruz”, Boletín del Departamento Forestal y de Caza y Pesca, Volumen 1, México: Talleres Gráficos de la Nación, 1937, pp. 106-109

Fuente: Agua Pasada Blog

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